Hubo un día en el que la ciudad de Santa Fe no tuvo ni siquiera un solo rancho. Quizá suene a fábula o a exageración, pero el 23 de diciembre de 2000, en la plaza Evita -cercana a la manzana 6 del distrito de Alto Verde– el fuego consumió un pequeño rancho simbólico que representaba un sueño cumplido, ante el aplauso de los vecinos de la zona que celebraron a lo largo de toda esa jornada.