Horacio Rosatti: Entre Robles, sobres y escándalos
El presidente de la Corte Suprema enfrenta crecientes críticas por su ambición y su controvertido historial político. Investigaciones por enriquecimiento ilícito y recusaciones por inseguridad jurídica ponen en duda la estabilidad del máximo referente de la justicia argentina.
Horacio Rosatti no expresó reparos a ser designado en la Corte Suprema de Justicia de la Nación por Decreto de Necesidad y Urgencia. Tampoco encontró obstáculos para votarse a sí mismo como presidente de ese cuerpo. Con esos antecedentes, nadie se sorprendió cuando volvió a votarse para presidir el Consejo de la Magistratura. Para el purismo judicial, que separa la política agonal de la arquitectura constitucional, Rosatti resulta demasiado angurriento de poder. Su pasado lo explica todo. Fue convencional en la Constitución del 94, luego fue intendente peronista de Santa Fé; con Néstor, fue Procurador del Tesoro y Ministro de Justicia; con Mauricio llegó a Juez de la Corte. De algo no quedan dudas, el Juez Rosatti, más que un erudito, es un verdadero animal político.
El consigliere
Como mano derecha y negociador, el Doctor Rosatti eligió a Silvio Robles allá por 2003. En aquella época Robles también fue vocero de distintas figuras como Felisa Miceli, Ricardo Jaime y José López, todos ellos corruptos convictos. La esposa de Robles es Laura La Torre, otrora vocera de Néstor y Cristina Kirchner y más adelante RRPP de Mario Quintana en Farmacity. Robles se vio salpicado por la filtración de chats de Marcelo D’Alessandro, que lo mostraba realizando negociaciones incompatibles con su función; siendo los leaks de origen ilícito, al no poder verificarse su autenticidad, todo quedó razonablemente en la nada.
Los sobres de Rosatti
Rosatti, como los otros voceados de Robles, fue investigado por enriquecimiento ilícito. La causa se inició durante el gobierno de Néstor en los tribunales de Santa Fé. Según el expediente, Rosatti presuntamente recibía retornos en efectivo provenientes de los sueldos de distintos funcionarios municipales durante la gestión del ingeniero Martín Balbarrey. El testigo central en la causa fue el chofer municipal Carlos Alfredo Vera, quien reseñó:
“Fui chofer del ingeniero Martín Balbarrey y, por orden de su secretaria privada, me daba un sobre con dinero que yo llevaba al domicilio del Dr. Rosatti todos los meses. El domicilio al que yo llevaba el dinero quedaba en Urquiza, casi llegando a Lisandro de la Torre, como yendo hacia el sur, en la vereda izquierda. El sobre lo recibía a veces un empleado y a veces él. Eso sucedió durante cuatro años, todos los meses. No sé de dónde venía ese dinero. El sobre estaba cerrado, pero me daba cuenta de que era dinero, no tengo dudas“.
La metodología narrada por Vera parece haber sido copiada unos años más tarde con otro chofer, Oscar Centeno, cuyo mandante, José López, contaba con la vocería de Silvio Robles, el consigliere de Rosatti. La dirección declarada por el conductor coincide con el domicilio familiar de Rosatti en Santa Fe, Urquiza 2084, que hoy luce un cartel de venta de la inmobiliaria Benuzzi, empresa empleadora de la hija de Rosatti y prestamista del Juez, que según su DDJJ le otorgó un crédito de USD150.000 en el marco de una operación inmobiliaria.